Qué alegría al saber de mi blog después de más de dos años sin pasar por aquí. Qué alegría al leer esas entradas que cada noche escribía, y recordar que sigo siendo la de antes, soy la misma de siempre, pero diferente.
Ahora soy como Wendy, he crecido.
He asentado mi vida de una forma maravillosa. Soy una mujer. Estudio lo que (casi) quiero, aunque no sé si de verdad es lo que me gusta, pero de eso trata madurar, de hacer lo que sea mejor para ti, aunque no sea tu sueño.
Pero sigo siendo igual de Carrie, tan poco sencilla, ahora me dedico a coser porque es lo más parecido a estar cerca de un vestido de alta costura, algo hecho a mano, único y conseguido gracias a gran dedicación y esfuerzo.
Pero la vida no son sólo las palabras que se leen, también hay que leer entre líneas. Como el humo espeso en la oscuridad, que es lo único que se ve, pero después hay más.
Ya no soy siempre felicidad ni claridad, ahora soy un poco más oscuridad y sacrificio. Soy algo que no pensaba que sería. Paciencia, celos o responsabilidad; tres campos de mi vida que he tenido que aprender a desarrollar a lo largo de estos dos años.
Ahora soy un poco más heroína, droga dura. Camaleónica, amazona, valquiria. Soy anorexia y obesidad. Soy un aroma dulce y fresco. Soy siempre extremos, lados opuestos. Soy la que se va pero siempre regresa. Asi que esa soy yo, la que ha vuelto para quedarse.
Labels or love
