La libertad, como la creatividad, viene dada por unos límites... Si no hay límites, lo tendríamos todo por hacer y nada hecho... Todo sería un caos, un desastre. Como en mi divina música, como en mis tantas melodías.
Ahora en mi cabeza sólo suenan Fantasías, Sonatas, Conciertos, Arias... quizá alguna Suite. Poco a poco noto como el aire llena primero mi abdomen y después mis pulmones, para recorrer así todas mis entrañas y salir expulsado con intensidad y fuerza para hacer sonar mi propia música, mi propia melodía. No sé lo que quiero, no sé lo que soy. No sé ni lo que debo ni a dónde voy. Hoy, me vuelvo a redeclarar fanática-adicta a publicar a las tantas de la noche a pesar de tener clase mañana... Le espero a él aunque sé que no se conectará. Ya no me engaño. No hay excusas.
Susurró mi nombre antes de irme, me agarró el brazo y me dio un último beso. No sé (no creo) si va a ser el último. Dices que me echas de menos, no sé si es verdad. Que tengo ganas de verte lo puedo asegurar ya.
Y aunque esté continuamente llena de aire aún me siento vacía.
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