lunes, 20 de febrero de 2012

Creo que cada vez me voy abandonando más, que cada vez dejo que los sentimientos salgan todavía más naturales. El pensarle me ocupa todo el día, desde que me levanto hasta que me acuesto. Me encanta cómo persiste para que sonría y que me mire y no pueda dejar de hacerlo cuando lloro. Amo que luzca con orgullo mis arañazos en su cuello y espalda. Amo tener días libres y verle todos y cada uno de ellos. Que lo mejor haya sido ''no-dormir'' en tu cama los dos abrazados, que despiertes así. Haces de todo un poema. Reír. Reír contigo es lo mejor. Que me hagas sentir la mujer más sexual. Oh, y mirarte, mirarte es un placer. A veces te odio y no sé por qué, pero te odio tanto que entonces caigo en la cuenta de que poco a poco me vas gustando más y más. Ya no sé escribir de zapatos o de vestidos, tan sólo resuena tu nombre en mi cabeza... y una tristeza enorme se apodera de mí cuando recuerdo que en X tiempo te marchas. Me da agobio que me dejes. Que te marches, porque he dejado a muchos que no eran los correctos para encontrarte a ti, que eres el indicado. Pero mientras tanto disfrutaré de ti y de tu boca, de tus labios y de tus manos. Si, tus manos tan preciosas. Esas que tanto odias y dices que son feas, que niegas enseñármelas pero que ya las he visto. ¿Te digo un secreto como tú y yo sabemos? Son las más bonitas que he visto nunca. Que hasta la última peca de tu nariz o de tu frente me encanta, me apasiona. Que volvería a pasar por lo que estoy pasando con mi familia por otra noche contigo, por ese gran despertar. Por tus brazos rodeando mi cuerpo, para acariciarlo o para no pasar frío. Que me mires a los ojos y me pidas por favor que seamos socios, que hagamos una empresa porque quieres que me compre esos zapatos... Gracias por comprenderme. Gracias por importarte. Gracias por ser tú. Gracias por haberte conocido. Gracias por existir.

Labels or love.