sábado, 25 de febrero de 2012

Oh, que las masas me aclamen.

Ojalá no vaya a buscarse la vida fuera, como tantos. Ojalá se quede y ser valiente le sirva de algo. 


A twitter pongo de testigo cuán iracunda me siento, entonces. Spotify no me deja seguir escuchando mi música de depresiones y felicidades al mismo ton. Y hago publicidad de otras páginas porque me da la gana, porque no soy famosa ni rica, pero quién daría lo que fuese porque le pagasen para no hacer publicidad... 
Son casi las 2 de la tarde y tengo un hambre que no me deja vivir, aunque entonces pienso en todos aquellos mal nacidos muertos de hambre sin tan siquiera una mierda que llevarse a sus bocas, y me aguanto.
Hace un día precioso y me siento como tal, a pesar de escribir con cierta furia, ira o rabia. Son cosas que pasan y que se sienten por motivos más que obvios, pero que si no me conoces no lo entiendes.
Y me estoy perdiendo todas las semanas de la moda por la carencia de tiempo libre que poseo en mi temprana vida. Madrid, Londres y Milán. Algun día no tendré que ver desfiles por la tele, Internet y en pijama puesto que los presenciaré en vivo como una gran mujer con unos grandes tacones. ¡Anda! y de tacones es que acabo de aprender algo. No pensaba que pudiesen ser tan importantes en la vida de las personas y menos aún para algún que otro hombre (cosas que twitter te hace comprender). Aplausos para todos aquellos entes que aman el sufrir a mas de 12 centímetros del suelo y con lo cual de la realidad, aunque se arriesguen a tener una caída 12 centímetros mas dolorosa. 
*Eran casi las dos cuando comencé a escribir y ahora ya se sobrepasa.
Hoy me siento bien, así como afortunada y al mismo tiempo dolida. Ayer recordé viejos momentos cuando un perro de los míos me hizo cortejo... jajajaja cuanto me pude reír. No dije que no, pero tampoco que sí. Por otro lado (no quiero escribir mucho sobre esto, enfado) estoy muy dolida. Comenzaba a sentir amor hasta por los costados. Era otra vez una sensación nueva. Qué pena que la sensación durase poco cuando, entre dos personas esenciales en mi vida, me dijeron palabras salientes de él mismo que me dolieron. El caso es que es un chico muy contradictorio, que dice no poder enamorarse, pero eso es porque no ha sentido el amor (en mi opinión) porque si no, sabría lo que es eso con lo cual no opinaría lo mismo. Jaleos de amoríos que me hacen sentir en una telenovela.


No voy a decir nada más, sólo quería declararle amor absoluto a los zapatos que él me enseñó. En verdad no sé si estoy enamorada de los zapatos, de aquella situación o de él. 
Qué dura es la vida.


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